¿Y si te contásemos que todavía no lo sabemos todo sobre el origen real de la extinción de los dinosaurios? Sabemos que fue un asteroide, por mucho que se haya hablado acerca de la posibilidad de que fuera un cometa, pero ahora los científicos tienen nuevas pruebas. Hace 66 millones de años el asteroide que impactó contra la Tierra llegó desde más allá de lo que se pensaba. El nuevo estudio podría, incluso, prepararnos para lo que pueda ocurrir en el futuro en nuestro planeta.
Hace 3 años, un grupo de científicos de Harvard planteó una nueva hipótesis acerca de lo que podría haber ocurrido en la Tierra que llevó a la desaparición de los dinosaurios. Muchos astrónomos se sintieron atraídos por la teoría y un grupo de científicos de distintas partes del mundo se puso a trabajar en ello para poder confirmar si estaban en lo cierto.
Desde más allá de Júpiter
Lo que dijeron los astrónomos inicialmente es que no había caído un asteroide, sino que se había tratado de un cometa. La teoría ganó cierta repercusión e hizo que comenzara a dudarse de si lo conocido hasta la fecha era erróneo o no. Pero había una base sólida para imaginar que realmente el origen fue un asteroide y que las nuevas teorías estaban desviándose del origen auténtico de la desaparición de estas enormes criaturas.
Para poder llegar a una conclusión, lo que han hecho los investigadores ha sido analizar isótopos de rutenio que han obtenido directamente en el cráter de Chicxulub, que fue justamente donde cayó el objeto que acabó con la existencia de los dinosaurios. Los resultados de sus análisis confirman que pertenecían a un asteroide y que, con gran seguridad, procedía de más allá de Júpiter.
Resolviendo un misterio de hace 66 millones de años
La investigación que se ha llevado a cabo ha sido por medio de técnicas innovadoras que no habrían sido posibles en el pasado y que ayudan a desvelar un importante misterio. Tal y como explican los responsables del estudio, el cual ha sido publicado en Science, es muy poco habitual que un asteroide como el que acabó con los dinosaurios impacte contra la Tierra. Esa falta de probabilidad acentúa lo ocurrido en nuestro planeta que llegó a modificar de forma radical la existencia de vida sobre la Tierra tal y como era normal en esa época.
Además de esto, dice Mario Fischer-Godde, que es quien ha estado al frente del proyecto, que hay dos motivos por los que es tan importante llegar a conocer esta información que han descubierto. Uno de ellos es porque les ayudará a estar más cerca de descubrir la forma en la que el agua llegó a la Tierra. El otro se encuentra en algo incluso más valioso: poder preparar el planeta para posibles amenazas futuras con las que nos encontremos. Porque, como se ha dicho en otras ocasiones, la posibilidad de que la humanidad acabe enfrentándose a una situación apocalíptica como la que vivieron los dinosaurios no es tan improbable.
El estudio que han realizado ha permitido comprobar, entre otras cosas, el origen del asteroide. El motivo de ello es que las pruebas les han dado la capacidad de descubrir si el impacto se produjo con uno de tipo C o uno de tipo S. Y ya saben que se trataba de uno de tipo C que se originó más allá de Júpiter. Esto es particularmente interesante porque no son los asteroides más habituales que se hayan llegado a registrar. Además, existe el misterio de saber qué ocurrió con ese asteroide antes de su impacto contra la Tierra. Se cree que podría haber estado en el cinturón de asteroides que hay entre Júpiter y Marte y que luego, desde allí, llegase hasta nuestro planeta.
En el momento en el que el asteroide impactó contra la Tierra, provocó un mega-terremoto que derivó en ese terrible invierno que llevó a la desaparición de los dinosaurios. Además, la investigación cruzada que se está haciendo ha descubierto también que otro asteroide de tipo C podría haber sido el que llevase agua a la Tierra por primera vez. Debido a esa relevancia que están ganando estos asteroides, los científicos quieren estar preparados a la vista de cómo, históricamente, han llegado a modificar el planeta de una forma extrema.